viernes, 6 de junio de 2008

Una historia presente hasta que...

Cuando lo conocí su inquietud era autodestructiva, se había lacerado la nariz por estarle tallando con la yema del dedo "gordo" de la mano izquierda, en una especie de tic nervioso, le salia sangre de la punta de la nariz y se la secaba con un pañuelo desechable que volvía a guardar por cada vez, conseguía otro por ahí o alguien le daba otro pañuelo desechable o alguna servilleta y así los iba juntando, hasta que en un día llenaba sus bolsillos de pañuelos desechables usados. Pasado el tiempo se le quitó el tic y la cicatriz le duró algunos meses después. Hablaba como si hubiese sido un fumador convulsivo pero en realidad era esa voz ronca y venida del pecho, resultado de un golpe que le dejo secuelas en el pecho y sus palabras sonaban como de quién habla conteniendo el humo dentro de los pulmones. Mas o menos de mi estatura y de mi peso, un metro setentaysiete centímetros con ciento diez kilos, pero con unas botas y un sombrero vaquero que le hacían ver mas alto y mas corpulento. Manoteaba al hablar y hacía notar un anillo de oro en forma de cabeza de león africano con los ojos formados por dos rubíes y un diamantito en el hocico. a pesar de su corpulencia se movía ágil y hacía girar su gran panza con rapidez al subirse a su camioneta pick-up de llantas muy altas. En esos momentos le empujaba una ilusión muy grande y su entusiasmo por una idea fija y sólida en su corazón le hacía voltear muy pronto los ojos a otro sitio cuando alguien le platicaba algo ajeno a su búsqueda. El celular era parte de sus manos, oidos y razón las 24 horas del día.
Estuve convencido de ayudar en sus metas y objetivos después de ocho días de hablar y platicar acerca del ideal que le perseguia y al que él no cejaba de mirar día y noche.
Algunos años después y en lo más alto de su fama, a causa de un desencuentro con un compositor que le cobraba por un corrido con su nombre me dijo "es que no sabe que esas cosas cuando redituan dinero es hasta que ...uno se muere".

Estimados lectores les suplico su comprensión y agradeciendoles su visita les digo que he de ausentarme un poco ya que me dirijo a un asunto lejano a mi computadora y la red.
Regresaré y les continuaré ésta historia pero hasta que ...regrese.

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