martes, 26 de agosto de 2008

Soñaba y me desperto un eructo y me supo a china

Soñaba que en México funcionaba como relojito chino su, un sistema nacional de recuperación integral de las libertades que los mexicanos hemos convertido en libertinaje. En otras palabras; que permitía regresar esas libertades a lo que son y no al libertinaje (seudo Neo…) que se vive.

Falta en México un estadista y no se mira por ahí ninguno que alcance esa realidad. Probablemente el más cercano sea el ingeniero Cuahutemoc Cárdenas, por su actitud permanente y ejemplos puestos y dados al través de su historia ligada a la historia política del país. No es proselitismo ninguno. En ese sentido no hay más que decir.

En el país hace falta un hombre o mujer civil o militar o clerical que se decida hacer de México un país de disciplina unísona, pareja para todos en su nivel y medida. Que no le tenga miedo a lo que van a decir los mensajeros de la oposición de cualquier lado interior o exterior, de izquierda o derecha y por supuesto y primeramente honrado más que honesto en su conducta y actitud, un estadista, una estadista.

Ir por ese enorme México que persiste en la población de vagos, viciosos, ociosos, delincuentes menores. Todos ellos y sobre todo a los perniciosos todos ellos y ellas y organizarles brigadas voluntarias, pero no como castigo sino como estimulo; que recorran el país reforestando, limpiando, construyendo. Todos ellos “población pasto”, “carne de cañones” de la delincuencia organizada y desorganizada y espontánea, -soñaba que era…-, rescatada por el estado.

Un estadista que abra el complejo viviente y cotidiano de los mexicanos y mexicanas sin menoscabo de su preferencia sexual y de su religión. Régimen que haga uso de la disciplina y la justicia en todo su pleno para generar un estado en el que se equilibre al sentido individual ante el colectivo.

Hay demografía creciente sin posibilidades de desarrollo y, o, crecimiento, y en ya extrema manifestación.

Abrir el complejo nacional, creación de la brigada voluntaria nacional civil para una reconversión y restauración del estado mexicano. Hay tanto joven, hombre y mujer en México que se haría a la idea de que por su actividad que hoy no le deja nada sino nomás libertad sin prosperidad, libertad económica sin solvencia económica; al ser voluntario o voluntaria, tres personas de su preferencia el estado les garantizará por su voluntarismo, el pago del infonavit por ejemplo. O, que no le faltará y se le cumpla en estricto sentido social sus derechos educativos, alimentarios y de salud e higiene a sus hijos diariamente por parte del estado a cambio de su actividad de voluntario o voluntaria si fuera el caso. Que no le pichi catearán la forma y manera de hacer bien su trabajo de voluntario.

A la mejor en todos los estados de la federación. Implicaría dejar los programas de “apoyo” que solamente generan abandono de actividades productivas y clientela política para el actual sistema de partidos. Cambiar las políticas de educación poblacional y en la educación acentuar también y especialmente para el adulto, recursos para convertirlo con generarle la priorización en la actividad del cuidado y mejoramiento del entorno y su medio ambiente.

Ahora con la imagen que observé y contemplé de China. Veo que los mexicanos somos muy semejantes a los chinos.
La única diferencia que nos hace diferentes, es la boruca. La boruca es –así como- la manifestación de sentimientos y emociones de manera exteriorizada y forma muy manifiesta y por de reacción. En la boruca se manifiesta el espíritu, la intención actúa, se despiertan al mismo tiempo mente y razón, entendimiento y comprensión y entonces es fácil que entren y salgan de cerebro y corazón, por la vista el oido y el tacto, lo bueno y lo malo; para ellos –los chinos y chinas- es anterior a la boruca contemplar, reflexionar para no influenciarse, para no envirusarse, para no contaminar su identidad milenaria y luego manifestar su boruca,; cosa que a ellos les permite no influenciarse de lo extranjero, son contemplativos y reflexivos como lo somos los mexicanos para los que es primero la boruca y después lo que sea; como los mexicanos, los chinos saben hacer de todo y lo hacen muy bien, ellos lo hacen, lo venden y lo comercializan nosotros cuando podemos hacer o os dejan hacer algo, lo tenemos que piratear, o en otro caso vender como algo clandestino y por tanto barato para que al consumidor le llegue con precio de caro contrabando.
Ejemplos: Su grano básico y energía, ellos lo producen y se vende al mercado sin intermediaristas o coyotes transportistas que le agregan a voluntad ganancias al precio final, ganado doble, porque al productor se lo compran muy barato, allá el transportista y bodeguero cobran lo que les pertenece; lo que los chinos hacen, se hace porque se sabe que se tiene que hacer, y quién, dice?, que se debe hacer y no se debe de hacer. En influyente y fuerte medida los viejos, también influyen las mujeres y los jóvenes pero donde la influencia de jóvenes es mayoria es en la de lo operativo práctico, en lo organizacional hacen mayoría jóvenes y edades maduras, todos ellos tienen una obligación y una tarea también en esas brigadas que ellos hacen, es una inclinación respetuosa y obligatoriedad legal la de consejos de todos ellos en el gobierno de cualquier nivel. Pero a ellos –a los viejos chinos y chinas- se les escucha y respeta entre su población en general. Nuestros viejos en el mejor de los casos terminan en una especie de encierro, se encierran en su feudo, en otros casos en la soledad. Ellos –los chinos- se hacen de la idea mejor, no de la que ganan, porque la que les da a ganar no siempre es la mejor. Hacen lo que mejor se puede como pueblo para el pueblo y no lo dejan al último sino que es primero. Aquí eso se dice y como decimos “para todos”; allá lo hacen.

Allá la revolución se dio en tres esferas, la primera inevitable y necesaria fué, la de la violencia física y derrumbar totalmente lo establecido por una forma de gobierno, otra, la segunda, la del individuo y la manifestación de su espíritu, y la tercera,-primera al mismo tiempo como le correspondió, porque fue el detonante de la revolución y es etapa final y de permanencia vigente, primera en iniciar y última en seguir terminando chinos mejores, la revolución económica; una revolución que en chino se dice fácil porque es lo que hacen diario, practicar el yin yang suyo de ellos, relativo a economía individual v.s. economía colectiva .

Gracias a quién me leyó completamente y … bueno no …po´s no. No me voy a China.
Saludos cordiales.

CAMALEONSOLOVINO

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